Después de los más de 20 años transcurridos desde su inicios. Entras en el, vuelves a estar en casa. Su clientela así lo siente. El rebost de maría su personal y la carta siguen invitándote a quedarte para comer los excelentes garbanzos con sepias, el salmorejo Cordobés, los canelones de rape y gamba.
Los pies de cerdo picantitos, bacalao a la miel, o una cocina más ligera como sus verduras del prat braseadas al aroma de romesco sin olvidar los pescados como el rape en salsa marinera con almejas, sepietas de playa salteadas con setas de temporada. Con una carta de postres para no hacer régimen con tocinillo de cielo o tres texturas de chocolate, y leche frita con piñones al ron viejo.
En un local tranquilo y cuidando hasta el ultimo detalle, esta su personal y María. Para que los protagonistas sean los clientes buscado el mejor vino dentro de una extensa bodega para ese plato que han elegido sin olvidarse de la tertulia y el café.