Es cierto que The Rosalia BCN es un restaurante instagrameable en Barcelona, pero alli la estética no es un fin en sí misma. Es solo el inicio de un viaje. Porque lo que realmente se busca es la emoción: la que se despierta al mirar, al saborear, al escuchar. Cada rincón ha sido diseñado no solo para gustar, sino para conectar con algo más profundo.

La carta es una declaración de intenciones. Por el día, es un templo del brunch creativo y generoso. Alli se sirven pancakes fluffy japoneses con frutas del bosque, pistacho o plátano, tostadas con pastrami o cecina de León, huevos Benedict reversionados, bowls de açaí, croissants rellenos de salmón ahumado. Todo hecho con mimo, con ingredientes frescos y con una presentación impecable.

Y por supuesto, no pueden faltar los mocktails caseros, los cafés de especialidad, los lattes con espuma de arte, los jugos naturales. Cada bebida es una experiencia. Refrescante, equilibrada, estética.

Por la noche, The Rosalia BCN cambia. Las luces se atenúan, el ambiente se vuelve más íntimo, y la carta se transforma en un recorrido por sabores del mundo. Risottos con gambas caramelizadas, tagliatelle con trufa, entrecot Black Angus madurado, platos de inspiración asiática, creaciones brasileñas como el Obrigado. Todo servido con elegancia, con ritmo, con un equilibrio perfecto entre lo exótico y lo acogedor.